Nuestra sal de mar es recolectada a mano y secada al sol por habitantes dentro de una población marginada en el Valle de Mexicali, Baja California. Con quienes colaboramos de forma responsable, brindándoles la oportunidad de ser dueños de su propio negocio y ser retribuidos de manera justa.

Creemos en una comunidad más justa, es por eso que nuestros productos contribuyen a la creación de cadenas productivas que van desde la cosecha de sal marina, cítricos endémicos, hierbas aromáticas y madera de mezquite.

Trabajamos con pequeños productores y proveedores nacionales, de quienes adquirimos todo lo relacionado a la elaboración y comercialización de nuestros sazonadores.

Cada receta es diseñada por nuestra fundadora Daniela Coria, quien desarrolla cada proceso e ingredientes a utilizar, creando productos artesanales de calidad a precios justos.